Descripción
Son las personas las que hacen la ciudad. A lo largo de los siglos, las personas han ido escribiendo la historia de las ciudades. Han dado nombre a sus calles y levantado sus edificios. Las han ido haciendo a base de tomarlas como decorado en el que vivir sus vidas. Así que, en realidad, son sus habitantes quienes, a lo largo de la historia, han creado las ciudades. En ellas han luchado para que sus sueños se cumplieran. Han trabajado y se han enamorado. Se han divertido y también se han suicidado. Pero siempre dejando un rastro de su existencia y de su manera de vivir la vida en ellas. Es por ello que en este libro te presentamos a algunos madrileños y a algunas madrileñas, tanto por nacimiento como por adopción, que, a lo largo de sus vidas, han ido dando forma a nuestra ciudad. Y que, además, tienen algo especial. Así que, de la mano de estas personas, viajaremos en el tiempo. Sin salir de Madrid. Descubriremos dónde estaba la calle de la Yedra. Y la del Gato. Nos introduciremos en el complot que acabó con la vida del pobre Escobedo. Nos ajustaremos la corbata para no desentonar con la moda que un embajador llamado Washington Irving lució en Madrid. Nos iremos quitando la ropa, poco a poco y con sumo deleite, para acompañar al duque de Marchena al estudio donde se tomó una foto para su amante. En paños menores, por supuesto. En una luminosa mañana de verano, acompañaremos a Federico a la estación de Atocha, donde nunca regresaría. Para acabar a lo grande nuestro paseo por la historia de Madrid, iremos, del brazo de Ava, directos a Chicote. A disfrutar de la noche. Y de lo que surja. Preparaos, porque vuestra mirada está a punto de recorrer, a través de estas páginas, las calles de nuestra ciudad.